Los rincones de la boda de M&J

Aunque los novios sigan de Luna de Miel y no tengamos declaraciones ni fotos oficiales, hoy queremos acercaros un poquito más la boda de Mar y Jesús y explicaros cómo planteamos la decoración de su gran día. Ellos contrataron la organización integral, por lo que les hemos venido acompañando en todos los momentos de sus preparativos: búsqueda de ubicación, vestido, elección de proveedores. En su caso era importante que la finca o espacio de celebración contara con alojamiento, ya que un buen número de invitados venían de fuera y además querían disfrutar de un fin de semana de boda, por lo que disfrutaron de la celebración el sábado y de una paella multitudinaria el domingo. Para ello, el sitio elegido fue el Hotel Los Olivos, que permitía hacer todo esto y además tenía un jardín precioso que se adaptaba totalmente a su presupuesto.

Para recibir a los invitados, contamos con dos espacios muy cercanos. Por un lado, pusimos un cartel a la entrada de los jardines para saludar a los invitados y hacerles formar parte del día; y por otro, habilitamos un puesto de limonada para que se refrescaran mientras esperaban el comienzo de la ceremonia (cosa que no vino nada mal porque a pesar de ser octubre hizo un día de muchísimo calor.

Para la ceremonia, quisimos darle a todo un aire vintage. Como las sillas plegables de plástico del hotel no terminaban de casar con nuestra deco, apostamos por el alquiler de unas sillas Tiffani que le darían a la ceremonia un aire mucho más elegante. Combinamos las mismas con un pasillo de pétalos de rosa, cestas con confeti de flore de Hecho por Kit y plantas y troncos de madera (tanto para decorar el rincón de los novios como para llevar las alianzas). Para la zona del altar, además contamos con una larga tela que diera luz a la zona. Es importante recalcar que a la hora de ajustarnos al presupuesto tuvimos claro que era importante hacer el cambio de sillas. En ocasiones hay que elegir entre llenar nuestra boda de rincones diferentes o localizar y en este caso lo vimos claro: si queríamos una ceremonia impactante teníamos que cambiar de sillas.

Pasamos ya al lugar de celebración y disfrute. Cuando buscamos una temática que sirviera de nexo a la boda descubrimos que nuestros novios se quieren mucho pero no tienen tanto en común. Además, teníamos un problema: a la novia no le gustaban nada las bodas, de hecho ella nunca se había imaginado casándose (ya hablaremos de cómo poco a poco se le iba contagiando el espíritu de la boda y cómo algún invitado acabó diciéndome que estaba muy orgulloso de cómo había hecho evolucionar al alma antípodas que Mar llevaba dentro). Ambos tienen fuertes convicciones políticas, son alegres y les gusta viajar así que quisimos apostar por una boda viajera. Pero no queríamos hacer algo al uso, así que cogimos esa alegría que contagian para hacer una boda llena de color. Así uníamos la política, la alegría y los viajes. Quisimos aprovechar un rincón chill out del hotel y usamos cojines personalizados para la ocasión y con frases llenas de optimismo para darle un aire diferente a la zona y bañarla de color. Atención, que Irene de Boho Deco hasta nos ayudó a preparar un rincón especial para Kira, la perrita de la pareja.

Para el sitting y la mesa de firmas apostamos por convertir un mapamundi en acuarelas y que cada mesa fuera de un color. Además quisimos celebrar la fiesta del amor, dejar claro que hay muchos tipos de amor y que los momentos vividos con cada invitado eran importantes, así que allí teníamos fotos de recuerdo de todos ellos. Usamos un mapamundi para que los invitados metieran las tarjetas con sus buenos deseos dentro y además pusimos una cámara Polaroid para que todos ellos pudieran hacerse fotos y llevárselas a casa. Además, dentro del salón (que iluminamos con una cortina de luces y con lees y flores en cada una de sus columnas) pusimos flores, maquetas de aviones de madera y un mensaje personalizado para cada mesa de cara a que los invitados se sintieran aún más involucrados en la boda.

Llenamos el candybar de color y además de chuches montamos una auténtica barra dulce. Para ellos, además de las tartas caseras que trajo una de las invitadas (porque a la novia le pirran sus tartas) hicimos una torre de donuts y hasta una barra de gofres con siropes y toppings para que los invitados los personalizaran a su gusto. Cuando tocó el turno de recoger... ¡no quedaba ni uno!

Tan pronto como tengamos las fotos oficiales prometemos un post donde se vean mejor algunos de los detalles. ¡No podíamos esperar a contaros todo!

Organización y diseño: Y Bajarte La Luna | Carteles personalizados de madera: Valentina y su fiesta | Flores: Jardín de Butarque | Dispensador de limonada: Oui Oui | Confeti de fiore: Hecho por kit | Cojines y bola del mundo: Boho Deco | Etiquetas para firmar, ramo de alfileres y alfileres de invitadas: Trocitos de boda | Topper tarta: Knots made with love |

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